Wo der Weiser steht an der Straß'
Wachst schönes Mariengras.
Meiner Mutter ist es allda geschehen,
Ist wandernd und bettelnd kommen in Wehen,
Und als sie mich hat geboren,
Sie hat das leben verloren
Wo der Weiser steht an der Straß'.
Zum Bettelvogt ward ich gebracht;
Mein Magen der knurrte bei Tag und Nacht
Und als ich erst groß geworden,
ich trat in den fahrenden Orden.
An die Seite hing ich den Bettelsack
Und schleppte den Kasten huckepack
Was ward ich ein junger Leiermann
Und spielte vor jeder Tür'!
Wo der Weiser steht an der Straß'.
Es ging ein Mädel durch's Gras,
Sie schürzte die Röcke und sprang über'n Graben;
Ich dachte: die möcht' ich zur Liebsten haben
Und tat ich ihr schön und sprach ihr vom Frei'n.
Sie zeigte die Zähne und sagte nicht nein.
Da haben wir Hochzeit gehalten,
Wo der Weiser steht an der Straß'.
O weh! Was bringt mir mein Spiel!
Zum Leben zu wenig, zum Sterben zu viel!
Sechs Tage von sieben sind Fastenzeit,
Meine Lieder kennen sie weit und breit.
Mein Kittel vergraut, mein Kasten verstimmt,
Möcht' sehn, was das für ein Ende nimmt.
Mit krummen Rücken von Haus zu Haus,
Am besten, ich schlafe mir alles aus,
Wo der Weiser steht an der Straß'.
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¿Dónde está la sabiduría?: en la calle,
como la hierba de Santa María.
A mi madre le ha ocurrido allí de todo,
ha mendigado, aún en los dolores del parto,
y cuando me ha dado a luz,
ha perdido la vida.
¿Dónde está la sabiduría?: en la calle.
Fui llevado al alguacil de los pobres;
mi estómago rugía día y noche,
y cuando crecí,
ingresé en la Orden de los Vagabundos.
Me colgué la bolsa de las limosnas
y llevé la caja a la espalda.
¡Porque era un joven organillero
y tocaba en todas las puertas!
¿Dónde está la sabiduría?: en la calle.
Una muchacha caminaba por la hierba,
se recogió la falda y saltó sobre las tumbas;
yo pensé que querría poseerla.
Le dije un requiebro y le hablé de amor.
Ella enseñó los dientes y no dijo que no.
Allí mismo celebramos la boda.
¿Dónde está la sabiduría?: en la calle.
¡Oh, dolor! ¡Qué juego es éste!
¡Para vivir, poco! ¡Para morir, demasiado!
De siete días, seis son de ayuno,
ellos conocen bien mi canción.
Mi camisa se deshilacha, mi caja enmudece,
querría saber qué final tendrá esto.
Con la espalda encorvada, de casa en casa,
quizás lo mejor es que yo vaya a mi aire.
¿Dónde está la sabiduría?: en la calle.
Escaneado por:
Simón Nevado 2001
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