LA PRISIÓN DE HUS Op. 32.1 (1923)

(Hussens Kerker)

Música de Hans Erich Pfitzner (1869 - 1949)

Texto de Conrad Ferdinand Meyer (1825 - 1898)

 

Hans Hus (1370? - 1415) fue condenado a muerte, en Constanza (Suiza), por hereje.

 

Es geht mit mir zu Ende,                             
Mein' Sach' und Spruch ist schon 
Hoch über Menschenhände 
Gerückt vor Gottes Thron, 
Schon schwebt auf einer Wolke, 
Umringt von seinem Volke 
Entgegen mir des Menschen Sohn. 

Den Kerker will ich preisen, 
Der Kerker, der ist gut! 
Das Fensterkreuz von Eisen 
Blickt auf die frische Flut, 
Und zwischen seinen Stäben 
Seh' ich ein Segel schweben, 
Darob im Blaue die Firne ruht. 

Wie nah die Flut ich fühle, 
Als läg' ich drein versenkt, 
Mit wundersamer Kühle 
Wird mir der Leib getränkt- 
Auch seh' ich eine Traube 
Mit einem roten Laube, 
Die tief herab ins Fenster hängt. 

Es ist die Zeit zu feiern! 
Es kommt die große Ruh! 
Dort lenkt ein Zug von Reihern 
Dem ew'gen Lenze zu. 
Sie wissen Pfad und Stege, 
Sie kennen ihre Wege- 
Was, meine Seele, fürchtest du? 



Mi vida toca a su fin,
mi proceso y sentencia
están muy por encima de los hombres,
están puestos ante el trono de Dios.
Ya vuela a mi encuentro sobre una nube,
rodeado por su pueblo, 
el hijo de Dios.

Quiero ensalzar esta prisión,
¡Esta prisión, es buena!
Por el crucero de hierro de la ventana
penetra el aire fresco,
y entre sus barrotes
veo titilar una vela,
y tras ella, en el azul, los ventisqueros.

Con qué fuerza noto la corriente,
como si estuviera sumergido en ella,
con un maravilloso frescor
ella envolverá mi cuerpo...
También veo un manojo
de hojas rojas,
colgando junto a la ventana.

¡Es tiempo de fiesta!
¡Llega la paz!
Hasta allí me conducirá 
la bandada de garzas,
hacia la primavera eterna,
saben la ruta y los caminos...
¿Qué temes, alma mía?



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Simón Nevado 2001