Der Wald wird falb, die Blätter fallen,
Wie öd und still der Raum!
Die Bächlein nur gehn durch die Buchenhallen
Lind rauschend wie im Traum,
Und Abendglocken schallen
Fern von des Waldes Saum.
Was wollt ihr mich so wild verlocken
In dieser in der Einsamkeit?
Wie in der Heimat klingen diese Glocken
Aus stiller Kinderzeit-
Ich wende mich erschrocken,
Ach, was mich liebt, ist weit!
So brecht hervor nur, alte Lieder,
Und brecht das Herz mir ab!
Noch einmal grüß ich aus der Ferne wieder,
Was ich nur Liebes hab,
Mich aber zieht es nieder
Vor Wehmut wie ins Grab.
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El bosque amarillea, se caen las hojas,
¡qué vacío y silencioso se vuelve todo!
Sólo los arroyitos el en hayedo,
pasan dulcemente, como en sueños,
ya las campanas anuncian la mañana
desde la linde del bosque.
¿Qué fuerza me arrastra
hacia esta soledad?
El tañido de las campanas me recuerdan
los dulces años de mi infancia...
Con temor me doy la vuelta,
¡qué lejos está el objeto de mi amor!
¡Emerged, viejas canciones
y romper mi corazón!
Aún saludo a lo lejos
a la causa de mi amor,
pero parece arrastrarme, con tristeza,
hacia abajo, hacia la tumba.
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Simón Nevado 2001
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